Lean office. Mejora continua y productividad en todas las áreas de tu empresa
En Capazita ya hemos hablado otras veces sobre el Lean Manufacturing y su importancia para alcanzar la máxima productividad en nuestras empresas. La mejora continua y la búsqueda de eficiencia también es posible en la oficina. De hecho, es imprescindible implantar esta filosofía de trabajo en el departamento administrativo de nuestra empresa.
Aunque siempre hemos tratado la metodología Lean desde la perspectiva productiva a pie de fábrica, también se debe tener en cuenta que esta filosofía debe ser llevada a todas las áreas de la empresa.
En la oficina también nos encontramos con el desperdicio operativo. Para conseguir la máxima productividad y eficiencia debemos desechar todas las tareas y procedimientos que entorpecen el ritmo de trabajo. En Capazita lo aplicamos desde hace años, y hoy te contamos como puedes aplicarlo tú también en tu empresa.
Aplica las 5´s
Los principios del Lean Manufacturing pueden ser trasladados, en su totalidad, a la metodología Lean office. La implantación del modelo de las 5´s también puede ser llevado a la oficina: Seiri (clasificar), Seiton (ordenar), Seiso (limpiar), Seiketsu (estandarizar) y Shitsuke (mantener).
Clasificar. Debemos realizar una clasificación tanto en las tareas y responsabilidades de cada trabajador como en los archivos y documentos que se gestionan en la oficina.
Ordenar. En base a la frecuencia de uso. Aquellos documentos o materiales que utilicemos habitualmente deben colocarse en las zonas más accesibles. Tan sencillo como mantener el orden y establecer un lugar para cada objeto. Los documentos ordenados y archivados por categorías.
Limpiar. Asegurarse de que el puesto de trabajo está siempre en perfecto estado para facilitar el uso y la armonía en el trabajo.
Estandarizar. En este caso, podemos utilizar códigos, colores o etiquetas. De este modo conseguiremos detectar de forma inmediata aquello que buscamos.
Mantener. Convertir en una rutina esta organización, mantener en el tiempo los cambios eficientes y buscar continuamente nuevas formas de mejora.
“Para conseguir la máxima productividad y eficiencia debemos desechar todas las tareas y procedimientos que entorpecen el ritmo de trabajo”