Otra opción es revisar los contratos con los proveedores para mejorarlos, buscando nuevas políticas que permitan a la empresa financiarse durante un periodo de tiempo superior.
Mejorar las técnicas de producción y calidad, permitiéndonos esto reducir las mermas, y con ello, hacer un mejor uso de las materias primas. Junto a ello, hay que reducir stocks, pues lo único que hacen es coger polvo en el almacén y no reportar nada a la empresa.
También existe la posibilidad de subcontratación de servicios (outsourcing), ya que de esta manera no tendríamos personal permanente.
Es muy importante tener en cuenta que es viable aplicar estrategias que requieren un cambio radical en la estructura organizacional de la empresa a través de una reingeniería. Por ello, el plan de reducción de costes debe estar claramente definido y las responsabilidades delegadas.