En el taller del pasado viernes en FEDA nos pusimos en modo creativo. Hablamos sobre la diferencia entre Creatividad e innovación llegando a asentar la idea de ver la creatividad como pensar algo nuevo contra la innovación como hacer algo nuevo. Comentamos lo adecuado de ver la creatividad como innovación aplicada. En el último informe de tendencias del Foro Económico Mundial la creatividad pasa en 2015 del décimo puesto al tercero en 2020 como habilidad más demanda en los profesionales.

El impacto de la tecnología va acortando cada vez más la vida útil de las habilidades de los trabajadores, que tendrán que formarse durante toda su vida. Los cambios en el modelo de negocio se convierten de forma inmediata en un cambio de las competencias demandadas, sin apenas tiempo de transición.
¡¡¡Más de un tercio de las habilidades básicas que demandarán las empresas en 2020 no se consideran cruciales a día de hoy!!!

Centrándonos en la creatividad y su utilidad hablamos sobre como ayudan a empresas y equipos en generar nuevos modelos de negocio, nuevos productos y servicios, experiencias de usuario, nuevas oportunidades de conectar, darnos a conocer, mejorar, fidelizar, resolver conflictos, nuevos modelos de comunicar, organizar, etc. En definitiva, la creatividad nos puede ayudar en un gran rango de posibilidades de acción.

En lo referente a innovación la creatividad nos ayuda a encontrar opciones nuevas en la resolución de viejos problemas o hacer posibles nuevos retos hasta ahora no abordados. Pero donde más impacto podemos encontrar es en el papel fundamental que tiene como posibilitador de innovación disruptiva. La innovación disruptiva como vía para generación de espacios de alto valor de mercado y como la creatividad posibilita la innovación disruptiva según el modelo de Clayton Christensen (del que otro día hablaremos con más detalle):