REFLEXIONES SOBRE EL AVANCE DE LA TECNOLOGÍA Y ALGUNAS REFERENCIAS DE IMPACTO

El avance de las TIC está llevando a un punto de inflexión en la curva de crecimiento de las aplicaciones industriales pasando de un crecimiento lineal a exponencial. Esto está abriendo una nueva era de generación de oportunidades a un ritmo de una aceleración desconocida hasta ahora: La clave para esta nueva revolución tecnológica está en la adecuada combinación de máquinas ultra-poderosas y personas súper-especializadas.

En el libro «La carrera contra la máquina» los autores Erik Brynjolfsson , Andrew McAfee (ambos investigadores del MIT) nos cuentan como, según su visión, la revolución digital está acelerando la innovación, aumentando la productividad y transformando irreversiblemente el empleo y la economía.

Ponen el foco en como el rápido avance en la capacidad de cálculo de los procesadores está permitiendo que las aplicaciones tecnológicas que funcionan sobre ellos aumenten sus prestaciones y posibilidades creciendo de manera exponencial desde hace algunos años. Este rápido crecimiento de posibilidades y usos de la tecnología no es seguido con la misma agilidad por la sociedad y a gran escala está generando nuevas oportunidades para la sociedad en general y los individuos. Aunque según predicen no todo es positivo para todos, el balance general es de sumo interés y nos da la base de porqué queda mucho por hacer en cuanto a nuevos modelos de negocio, nuevas profesiones y especializaciones. 

Un ejemplo del avance de las TIC en un área específica, puede verser en un reciente estudio publicado por EOI sobre las nuevas posibilidades del Big Data (Big Intelligence) para los sistemas de vigilancia estratégica e inteligencia competitiva. Según el autor «Se calcula que la información que está disponible hoy a través de la web es de unos 10 Zettabytes (más de 1 billón de gigabytes). Este es el primer fundamento del cambio que estamos viviendo. Esta estimación se multiplica por 500 si tenemos en cuenta la Internet profunda (en inglés “Deep Web”), es decir la información no accesible directamente por buscadores. Textos, sonidos y vídeos de los grandes medios de comunicación, bases de datos abiertas, enormes recursos como Google y Wikipedia, las páginas web de las empresas, páginas web personales y las grandes Redes Sociales son parte de ese enorme conglomerado de información. Estas nuevas tecnologías pueden habilitar Nuevas Capacidades para las organizaciones fundamentadas en el término paraguas Big Data, materializadas en servicios, funciones u operaciones nuevas o muy mejoradas. La implementación de estas nuevas capacidades pueden conseguir como resultado importantes beneficios.»

Si nos vamos a ver ejemplos concretos de productos recientemente generados podemos fijarnos, por escoger un par dentro de un ámbito concreto, en dos que están suponiendo innovaciones importantes gracias a los avances comentados anteriormente como son los interfaces de voz. Podemos ver la reciente aplicación de traducción simultánea de skype o el famoso asistente personal SIRI de Apple que a través de su propia personalidad permite responder a preguntas, hacer recomendaciones y realizar algunas acciones (“Kit te necesito”…seguro que nos suena y si seguimos por aquí llegamos a los coches autónomos de Google y otros). Por último el último informe del Banco Mundial pone de manifiesto cómo “el uso masivo de internet afecta de manera importante a la distribución de la riqueza en los países, este fenómeno va en la línea contraria al interés global ya que tiende a aumentar desigualdades entre poblaciones”.

En concreto se habla de generación de nuevas oportunidades en el mercado laboral. Sin embargo, éstas no serían accesibles a todo el mundo, sino sólo para aquellos que poseen una formación y unas capacidades determinas, llevando a la desaparición una gran cantidad de empleos tradicionales. Como resultado, se crearían nuevos empleos pero generarían importantes barreras de acceso para los perfiles más clásicos o los menos formados. Igual que los avances tecnológicos más radicales excluirían a los perfiles de menos cualificación que no llegan a un nivel mínimo de competencias digitales para su uso y en muchos casos directamente no tienen ni acceso.

No se trata de afrontar estas nuevas oportunidades y amenazas únicamente desde el espacio que cada ciudadano tiene en un país determinado, eso en sí es parte del posible problema y también de la solución depende de dónde te pille, sino de un cambio de concepto y adecuada valoración de su impacto que traerá la digitalización en un mundo globalizado. Parafraseando a John Scott (Vicepresidente de KPMG Europa) en un reciente artículo aludiendo a lo que ya se conoce como la cuarta revolución industrial (la tercera fue internet, la cuarta es el continuo cambio generado por el crecimiento tecnológico y la conectividad): “los líderes políticos y económicos… deben buscar acuerdos de gran alcance que ayuden a unificar y hacer más inteligente la regulación internacional, a impulsar la innovación, a construir puentes que faciliten el libre comercio entre distintas áreas del mundo y a asegurar un crecimiento que no pierda de vista grandes temas de la agenda internacional como la sostenibilidad, el medioambiente o la diversidad”.

Y aquí nos quedamos con algo que parece que llega para quedarse, la creciente velocidad del cambio que cada vez más afectará a nuestra sociedad, empresas y nuevos espacios posibles como individuos mundialmente conectados.