Por todos es sabido, que a la hora de realizar una correcta estrategia en cualquier área de la empresa, es necesario disponer de información. Cuanto más precisa sea esta información, obviamente nuestra estrategia funcionará mejor.
Sin embargo, Parece que este concepto no está tan claro como puede parecer en un principio. Y es que gran muchas veces se llevan a cabo estrategias teniendo en cuenta únicamente datos de tipo comercial, o bien extraídos de la realización de estudios de mercado. Evidentemente estas cifras son necesarias, pero no podemos desarrollar la estrategia pensando únicamente en ellas. O por lo menos no deberíamos hacerlo.
Para mí, la clave consiste en conjugar la mayor cantidad de información posible de las diversas áreas de la empresa. Esto posee mucho sentido, puesto que todo influye en cómo se pretenda ven der el producto, desde la optimización de los procesos productivos hasta las cuentas contables.
El asunto es sencillo: si quieres lanzar al mercado un bien o servicio, debes saber qué capacidad productiva tienes y cómo puedes optimizarla. Optimizar esta capacidad productiva te llevará a poder ofrecer un mejor precio o calidad (o ambos). También se ha de tener en cuenta qué costes implica para la empresa y en qué medida estos costes se pueden rentabilizar y minimizar.
Si conoces las cuentas contables y poseemos datos financieros precisos, no superficiales, tendremos información muy certera de la situación en la que se encuentra la empresa. Una vez que conocemos cuál es la situación global de la organización, es sólo entonces cuando podemos establecer qué vamos a hacer concretamente con cada producto que vendamos o que decidamos vender.
Es importante tener en cuenta que la estrategia en marketing debe ser el lugar último al que toda la información debe derivar y el fin último que se debe pretender en función de la situación global de la empresa.
Se puede decir por lo tanto, que el marketing es un medio, pero también es el fin. La estrategia de venta de un producto es el resultado de todas las acciones de la empresa y por lo tanto debe ser coherente con todas las áreas de la misma. Si únicamente nos vamos en los resultados de la parte final del estudio, no estaremos en el camino correcto. Hoy día, debemos aprovechar el hecho de que nos encontramos en la “era de los datos”.