Este es nuestro segundo artículo, de tres, relacionado con las Actividades de No Valor Añadido. En la primera parte veíamos cómo identificar las actividades que no crean valor. En este artículo, trataremos los pasos necesarios para la eliminación de las Actividades de No Valor Añadido focalizando en el respeto a las personas.
Antes de esforzarnos en optimizar actividades tenemos que deshacernos de las Actividades de No Valor Añadido, las que no debemos hacer. Con esta práctica, conseguiremos beneficios notables rápidamente. Además, la tarea de Eliminar es más sencilla que la de Reducir, y mucho más que la tarea de Optimizar. Nuestros recursos son limitados y tenemos que decidir en qué los utilizamos.
Los pasos que debemos seguir para eliminar todas aquellas actividades que no nos está generando valor son las siguientes:
Para eliminar las Actividades de NVA lo primero es detectarlas, verlas. Para eso sirve la clasificación de las siete pérdidas clásicas que vimos en el primer artículo, para entrenarnos en verlas, en identificarlas y habituarnos a descubrirlas entre la maraña de cosas que hacemos. Lean siempre habla de “aprender a ver”.
Después de identificar cuáles son las actividades que no generan valor, hay que hacerlas evidentes al equipo. De nada sirve que solo las veas tú. De forma individual tienes poca capacidad de acción. Lean es cuestión de trabajo en equipo alineado.
El principal obstáculo que nos encontraremos en la eliminación de Actividades sin valor no es ni técnico ni de procesos. Es humano. Tenemos que conseguir crear consenso y compromiso en nuestro equipo. Necesitamos consenso para determinar que una actividad nos está perjudicando y compromiso para eliminarla, asumiendo el esfuerzo que acompaña a todo cambio.
Seguro que en más de una ocasión escuchamos las siguientes frases:
“¿Eliminar una actividad que yo llevo tanto tiempo haciendo?” ó “esta actividad justifica parte o todo mi puesto de trabajo, y no sé hacer otra cosa”.
Atención porque este punto es el que tiene atemorizado a un quinto de la población mundial.
Para forzar esta eliminación, sabiendo que el principal obstáculo es humano, os propongo mostrar la Actividad de No Valor Añadido como algo dañino, un perjuicio para todos. Fíjate lo que ocasiona una Actividad de NVA:
Lo peor de una Actividad de No Valor Añadido no es su coste inútil, sino que impide a otros crear, crecer y hacer fluir el valor
A continuación, basándonos en el respeto a las personas, buscaremos el modo de que la persona que ha pasado de “ocupada” a “ociosa” vuelva a estar “ocupada”, pero esta vez trabajando en actividades con valor añadido. Si no lo hacemos así:
No se trata de una opción, es una necesidad.
Coste = Valor + Pérdidas
Beneficio = PVP – Coste
El Coste se compone de Valor más Pérdidas. Como el Precio lo fija el mercado, y el Beneficio es Precio menos Coste, la única forma de aumentar la rentabilidad es eliminando pérdidas. [Efectivamente es una enorme simplificación, pero ilustra]
De este modo, la “caza y eliminación” de Actividades de No Valor Añadido se ha convertido en una necesidad para:
La caza y eliminación de Actividades de No Valor Añadido no es una opción, es una necesidad
Todas nuestras actividades profesionales tienen que ser cuantificadas en euros. Ponte en el lugar del jefe, o del dueño. Debemos expresar el beneficio que recibimos al eliminar una actividad de no valor añadido. Este beneficio para la empresa puede provenir desde varios ángulos:
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